Gastronomía Ancestral en los Valles de Altura

Desde tiempos remotos los pobladores de los valles de altura, especialmente Caspalá y Santa Ana, conviven en armonía con la naturaleza y cultivado sus propios alimentos.  Sin duda un arduo trabajo, en el que se entrelazan devoción, tradición y sustento.
Te contamos sobre 4 productos fundamentales en la dieta de estos pueblos.

Papa Lisa o Ulluco (Ullucustuberosus)
Esta raíz andina se caracterizada por sus colores verdes, blancos, amarillos y rojos. Son ricas en carbohidratos, vitamina C y fósforo. Se consumen cocidas, en guisos, sopas y tortillas, sus hojas pueden ser usadas en ensaladas y tartas. Además tiene uso medicinal, como por ejemplo, la aplicación de cataplasmas para rebajar hinchazones.
Entre las dos localidades cultivan más de 40 variedades de este tubérculo, portento éste que se celebra con una feria en el mes de mayo en Santa Ana.

Maíz (Zea mays)
Es considerada sagrada, sus granos se consumen cocidos, tostados o fermentados. Esta última modalidad es la que se emplea para la elaboración de chicha, una bebida alcohólica consumida durante las festividades. Hay numerosas preparaciones tradicionales en las que se emplea como tamales, humitas y choclo con queso. Sus hojas tiernas se usan para envolver alimentos, y sus tallos como forraje y leña.

Oca (Oxalis tuberosa)
Tubérculo andino, fuente importante de carbohidratos, calcio y hierro, de textura harinosa y ligeramente dulce, especialmente luego de haber sido expuesto al sol. Por su agradable sabor, constituye una alternativa para variar el menú tradicional. Puede consumirse hervida, cocida al horno, frita, encurtida en vinagre o en ensaladas frescas. También es usada en panificación y confituras.

Quínua (Chenopodiumquinoa)
Es un grano de altas cualidades nutritivas con gran cantidad de proteínas, vitaminas y minerales, y también de interesantes posibilidades gastronómicas. Se puede moler para hacer harina liviana sin gluten; sus hojas tiernas sirven para ensaladas y las más viejas de forraje para los animales, sus troncos se utilizan como leña y el agua del lavado del grano -lleno de saponinas-, como shampoo y fortalecedor capilar.